Los jòvenes y adultos mayores las principales vìctimas de no tener una ley de alquileres
Es el dato principal que surge de la 3° Encuesta Nacional a Inquilinos que realizó la organización rionegrina (UIR) en el marco de la Federación de Inquilinos Nacional.
Demuestra el avance del alquiler en 6 puntos porcentuales sobre el salario en comparación con el año pasado.
Otro impacto es que en los últimos seis meses, el 30.33% de los inquilinos tuvo que rescindir anticipadamente su contrato por dificultad en sostener el pago. “La falta de una Ley de Alquileres que regule los aumentos, sigue quedando a la vista.
El inquilino pierde cada vez más salario, y está cada vez más preso de un alquiler”, señaló Roberto Díaz, Presidente de la Unión de Inquilinos Rionegrinos.
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, afirmó “Cada seis meses damos la misma noticia, que las condiciones de vida de las familias inquilinas continúan degradándose. Para decir lo contrario, no hay más opciones que fijar límites a los aumentos de precios y terminar con esta rueda de alquileres cada vez más caros e inquilinos cada vez más pobres”.
El Presidente de la Unión de Inquilinos Rionegrinos, Roberto Díaz, expresó que “pareciera que a nadie le importara que una familia quede literalmente presa de los aumentos de alquileres que carcomen el salario, y los haga olvidar la posibilidad de acceder a una vivienda propia. Estamos ante una situación de emergencia que debe ser atendida”.
Además, señaló que “tenemos ciudades que tienen el 60% de aumento en las renovaciones, eso hace que muchas familias tengan que mudarse a lulgares precarios. Ni hablar de Bariloche, que tiene sobreprecios por el impacto del mercado turistico que tracciona los precios”.
En esta Encuesta incorporamos dos preguntas que hasta el momento no se habían formulado. Se trata del mecanismo utilizado para aumentar los precios y las consecuencias que genera. En primer lugar, preguntamos qué porcentaje de aumento tuvieron que afrontar los inquilinos para renovar sus contratos durante los últimos seis meses. Como resultado, obtuvimos que –en promedio- soportaron aumentos de 36.9%. Hay que aclarar que son aumentos que se efectúan de un mes para el siguiente. A eso, deben agregarse los aumentos semestrales acumulativos que se fijan en el contrato. Estos son, mayormente, del 15%.
Como vemos, los aumentos no tienen ninguna relación con la inflación y mucho menos con las actualizaciones de salarios. Un año después de renovar el contrato, el inquilino estará pagando un 80% más que al final del contrato anterior y dos años después, estará pagando más del doble. “Con alquileres que representan la mitad de los ingresos inquilinos, no queda margen para dilatar la aplicación de una fórmula de actualización que contemple la inflación y los ingresos salariales. En este punto se centra la oposición del mercado inmobiliario y de un sector de la dirigencia política a la Ley Nacional de Alquileres. De aprobarse, deberán resignar parte de su rentabilidad y aceptar que los precios se actualicen a la par de los indicadores económicos”, declaró Muñoz.
En relación a las otras consecuencias que genera esta situación, en esta 3° Encuesta consultamos a los inquilinos si tuvieron que rescindir su contrato durante los últimos seis meses por dificultades en sostener el pago del alquiler. La respuesta fue escandalosa: el 30.33% de los encuestados contestó afirmativamente y nuevamente, los jóvenes fueron los más afectados.
“La consecuencia directa de los aumentos de precios es la profundización de la crisis habitacional. La rescisión anticipada de contratos aparece como la principal respuesta de los inquilinos que ya no pueden afrontar los pagos. Son cada vez más quienes se mudan a viviendas más pequeñas o alejadas, los que comparten techo con padres, hijos o hasta desconocidos o quienes alquilan habitaciones derruidas en hoteles familiares. En el otro extremo de la pirámide inquilina, están quienes alquilan en villas o asentamientos por primera vez en su vida o quienes engrosan el creciente número de personas en situación de calle”, señaló Muñoz.
En Río Negro el impacto de la economía ha hecho que las familias destinen el 50,50% de su salario al pago del alquiler, sitiación que se agrava entre los sectores más jóvenes y los adultos mayores (55%). Además, el promedio de aumento de los contratos es del 35%, muy lejos de los aumentos salariales que el año pasado cerraron en un 22%. Eso muestra un fuerte deterioro de los salarios.
Lo más grave de todo, es que casi el 38% de los inquilinos rionegrinos, tuvo que rescindir y dejar la vivienda que alquilaba por no poder afrontar los aumentos.
En tanto, en CABA y Provincia de Buenos Aires el promedio es 47% y en Santa Fe, 43%. En relación al porcentaje de aumento en la renovación, CABA y Córdoba encabezan el listado con 39%, mientras que en Provincia de Buenos Aires las renovaciones se hacen al 37% y en Santa Fe al 35%. Por último, los inquilinos de Provincia de Buenos Aires y Córdoba debieron rescindir sus contratos en mayor medida, alcanzando el 27.9% y 27.6% de los casos, respectivamente; mientras que en CABA fueron el 21.6% y en Santa Fe el 21.4%.
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Ante la ausencia de datos oficiales, desde la Federación de Inquilinos Nacional comenzamos hace un año a realizar encuestas en todo el país para medir el impacto del aumento en el precio del alquiler. En febrero de 2018, dio como resultado que los inquilinos destinaban –en promedio- el 41% de sus ingresos en el pago del alquiler. Seis meses después, en agosto, esa cifra ascendía a 45% y actualmente, alcanza el 47%. Se trata de un aumento interanual de 6 puntos porcentuales. La Encuesta, realizada en todo el país, obtuvo más de 4.200respuestas.
Si desagregamos la información por grupos etarios, observamos que los más afectados son los jóvenes y los adultos mayores, quienes destinan el 55% y 53% de sus ingresos en el pago del alquiler, respectivamente. Cabe señalar que esta información no incluye el pago de expensas, impuesto y tarifas de servicios públicos.