La territorialidad en juego
El oficialismo irá en busca de la consolidación del poder territorial. Después del abrumador triunfo provincial concentra sus esfuerzos en junio, donde jugará una carta fuerte: ganar las ciudades más grandes. Ello implica destronar al sorismo de Roca y gobernar en Viedma.
La estrategia incluye el triunfo en las comisiones de fomento y la mayor cantidad de municipios. Para ello realizará acuerdos locales con diferentes fuerzas. Así, profundizará su pragmatismo. Pero esencialmente, busca licuar a la oposición para que Juntos gobierne por las próximas dos décadas.
A la Casa de Gobierno no le quita el sueño ser hegemónico. Pero sí mantener buenas relaciones en las ciudades donde el Frente para la Victoria y Cambiemos pueda sostener sus liderazgos locales, como ocurrió en Campo Grande, Pomona y Darwin.
En algunas localidades quizás no presente listas y vaya en alianza (en papel secundario) con sectores del PJ y la UCR. Sin embargo, quiere retener Bariloche -aunque aún no está definido que el candidato vuelva a ser Gustavo Gennuso-, ganar Viedma -donde posiblemente el vicegobernador Pedro Pesatti lidere el proceso-, Cipolletti -donde estudia a varios postulantes- y Roca.
Las ciudades del Alto Valle son de especial interés para el gobernador.
Alberto Weretilneck gobernó Cipolletti y desmintió un acercamiento con el actual mandatario Aníbal Tortoriello (PRO). Tienta a Julio Arriaga para que vuelva a la política activa, pero tiene otros postulantes (Claudio Di Tella y Rodrigo Buteler) si el ex intendente rechaza la oferta.
Roca es su desvelo. Sabe que si derrota a María Emilia Soria (segura candidata del FPV) se sacará del medio a su principal adversario, y dejará al PJ sin bastiones desde donde puedan ensayar una pronta recuperación.
Sin embargo, Juntos tiene claro que no competirá donde presume que pierde, no quiere rifar el resultado del #7A.
Por eso, el diputado Martín Doñate conjuga la estrategia de reponer al FPV desde octubre, esperando un triunfo del espacio a nivel nacional, especialmente ahora que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner aparece en las encuestas como ganadora en todos los escenarios contra Mauricio Macri. La apuesta del dirigente del Valle Medio es también a conducir el nuevo proceso del FPV. Busca la unidad del PJ y el campo nacional y popular en Río Negro. Pero si inscribe también en la lógica de otros “compañeros” que abogan por respaldar a los propios en junio. Sabe -como los demás dirigentes- que no pueden darse el lujo de perder municipios a mansalva.
Martín Soria se refugia en Roca. “Sería una calamidad” perder la ciudad, dicen a su alrededor. La elección allí sería en octubre, junto a las nacionales. El objetivo es un enroque, María Emilia a la ciudad y el intendente al Congreso de la Nación.
Lo que queda del pichettismo, la senadora Silvina García Larraburu y el kirchnerismo duro cuestionan que siga en pie la alianza con RIO de Magdalena Odarda. Y no respetarán el liderazgo del intendente de Roca sino convoca a todos los sectores del peronismo para lograr una unidad que permita “resistir” el embate que Juntos plantea en las elecciones del 23 de junio.
Y advierten que ya hay demasiadas expresiones de jefes comunales y dirigentes en favor del oficialismo como para seguir en una postura “sectaria”. Por eso, trabajarán para evitar fugas.
Cambiemos atraviesa una situación similar. La tentación de migrar a JSRN -los que aún no lo hicieron- es grande. En consecuencia, buscan reformular el espacio. Y como el FPV, quieren recuperarse en octubre, una elección bien nacionalizada.
En el macrismo rionegrino estiman que la grieta los beneficia, aunque sea desde la derrota. Ven un escenario similar al de 2017, sin lugar para localismos ni expresiones provincialistas.
Jugará JSRN en octubre? Alberto Weretilneck busca una banca de senador. Ahora resta saber (para ello la encuestadora ECO trabaja) es qué chances hay de participar con éxito en esa contienda. Si ocurre, sería con una lista presidencial.
Mientras esto sucede, la gobernadora electa, Arabela Carreras, se concentra en Bariloche. Estos días paseó por la Fiesta del Chocolate y recibe permanentemente a funcionarios y dirigentes. Piensa en el armado de su futuro gabinete, pero no le quita atención a la elección de la ciudad en septiembre. Prefiere al ministro de Economía, Agustín Domingo, antes que Gennsuo.
Carreras conoce bien el perfil de Juntos, y no hará nada para desviar la construcción del movimiento rionegrino. Pero no se resigna a transformarlo sólo en una maquina electoral. Por eso, arma equipos y diseña políticas públicas, convencida que el futuro de grandeza tantas veces anunciado para la Provincia es posible. (ADN)