Hermosa Fiesta del Curanto en Colonia Suiza
La Fiesta del Curanto volvió a Colonia Suiza. El evento fue todo un éxito con una gran presencia de visitantes. El convite fue este domingo, a partir del mediodía. Gastronómica autóctona, feria artesanal y espectáculos musicales engalanaron la jornada dominical.
En el predio donde se llevó a cabo la 7° edición del evento, se prepararon alrededor de 350 bandejas del tradicional Curanto. El costo de la misma fue de 650 pesos, para dos personas.
Los organizadores habilitaron el patio de comidas, con curanto, repostería y pizzas caseras, hamburguesas de cordero, truchas al disco, tacos, parrilla, empanadas, pancho alemán, tortas fritas, cervezas artesanales y el tradicional paseo de artesanos.
El comienzo sucedió a las 11.30 aproximadamente con el izamiento del Pabellón Nacional, allí asistieron la actual candidata a vicegobernadora Arabela Carreras y el intendente Gustavo gennuso. Todo continuó a las 12 con la presentación del Tata Chango. Luego (a las 13 hs.) actuó el grupo de Danza Folclórica Los Cerrillos. A las 14 Rola Gitana. A las 15 hubo tango con Gustavo y Guillermina. A las 16 La Verde. A las 17 Panela. De 18 a 18.45 Buenos Vecinos y cerrará el show a partir de las 19 el grupo Tu Mambo. El delicioso curanto fue destapado a las 13 y 30 aproximadamente y fue degustado por centenares de visitantes y turistas. Se trata de una ceremonia consistente en la cocción de los alimentos por medio del calor de piedras bocha, colocadas en un pozo cavado en la tierra. Los colonos suizos oficiaron de anfitriones, ya que hace muchos años que “saben de que se trata” por su larga estancia en Colonia Suiza (a fines del siglo pasado), a pocos kilómetros de Bariloche. Sus vidas fueron de campesinos y dieron actividad y movimiento a toda esta parte de la región. La mayor parte de estos inmigrantes llegó a Chile y más tarde cruzó la cordillera. Muy pocos llegaron desde Buenos Aires, uno fue Eduardo Goye, padre de Emilio Goye, pionero del curanto comercial. La preparación del curanto consiste en cavar un hoyo en la tierra, de 15 cm de profundidad (cuya superficie depende de la cantidad de comensales), dentro del cual se coloca piedra bocha (típica de los lagos sureños) que -previamente- se calientan en una hoguera. Sobre estas piedras se pone un colchón de hojas de nalca o maqui, y después todos los ingredientes: carne de vaca, de cordero, de cerdo, pollos, chorizos, papas, batatas, manzanas y zapallos ahuecados rellenos con queso, crema y arvejas. Se vuelve a tapar todo con hojas, sobre las que se colocan lienzos húmedos para que no se pierda el calor y se cubre todo con abundante tierra, convirtiéndose de esta manera en un verdadero horno de cocción. Cuando la preparación está lista comienzan a surgir de la tierra hilitos de humo. Al destapar el curanto se ven todos los alimentos perfectamente cocidos por el calor de las piedras. Sin duda una delicia que saborean residentes y asombrados turistas. En definitiva una fiesta hermosa, que volvió luego de estar un año suspendida. ¡Qué se repita!