17 febrero, 2025

A 68 años del fallecimiento de María Eva Duarte de Perón: En el firmamento brilla un asteroide llamado “Evita”/Por Héctor Jorge Colás*

Hoy se cumplen 68 años del fallecimiento de María Eva Duarte de Perón. El pueblo la recuerda como Evita. Siendo presidente de la Nación su esposo, Juan Domingo Perón, comienza su fugaz paso por la política nacional. Fueron solamente siete años de intensas jornadas de trabajo solidario, de amor y entrega. En todos los rincones de la patria hay testigos de sus acciones. En cada pueblo o ciudad hay personas que le escribieron a Evita y recibieron la solución al problema planteado. 

El 9 de septiembre de 1947, el Congreso Nacional convierte en ley el proyecto impulsado por Evita sobre los derechos políticos de la mujer.

En los fundamentos del proyecto del voto femenino se expresaba “que la mujer argentina ha llegado a la madurez de sus sentimientos y voluntades. Ha muerto la hora de la mujer que asiste atada e impotente a la caprichosa elaboración política de los destinos del país”.

Miles de obras, miles de recuerdos atesoran hombres y mujeres de la patria que recibieron un gesto, un recuerdo, una ayuda humana y solidaria de Evita.

Trabajó incansablemente por el bienestar de los niños, la juventud y los ancianos, entregando su vida por la causa de los humildes y los olvidados de siempre.

En Viedma sirven de testimonio viviendas otorgadas por la Fundación y gratos recuerdos recibidos en respuesta a cartas remitidas a Evita que reclamaban solución a sus urgentes necesidades.

Incluso el Gobernador Justicialista del entonces Territorio Nacional de Río Negro, Miguel Montenegro (1946-1949) en una entrevista con ella le informó de su proyecto de construir una Colonia Marítima, con ubicación en el Balneario “El Cóndor”, para que los estudiantes del interior del territorio pudieran conocer el mar, disfrutar unos días de vacaciones en las playas atlánticas y visitar Patagones y la histórica capital de la Patagonia Argentina.

Evita recibió la propuesta con entusiasmo y le gestionó un subsidio de 100.000 pesos para la construcción del edificio. Cuando el inmueble estaba en la etapa final de su edificación, el Gobernador viajo a Buenos Aires y la entrevistó nuevamente. Evita recibió con profunda alegría la información y le anticipó al mandatario que la Fundación se haría cargo del equipamiento total de la Colonia Marítima para que sirva de felicidad de los niños de Río Negro que son dijo “los únicos privilegiados en la Argentina”.

Mas allá de la política y la ideología, el ejemplo de Evita se multiplica en la Argentina y el mundo. Miles de mujeres hoy luchan por revertir el drama social que padecen grandes sectores de la humanidad. Trabajan para servir a los pobres, a los desamparados y a los marginados de siempre.

 “Donde hay una necesidad hay una injusticia”, afirmaba constantemente.

Muchas personas acostumbran mirar el cielo. Algunos pueden distinguir las estrellas más conocidas. Pero pocos saben que un pequeño asteroide que brilla en la la bóveda celeste se llama “Evita”.

Recibió ese nombre en 1948 por decisión de sus descubridores, los científicos y técnicos del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata.

Efectuadas las comprobaciones del caso, fue reconocido y registrado por la Unión Astronómica Internacional, máxima autoridad mundial, que oficializa los descubrimientos astrales.

La historia de este logro argentino puede verse en la publicación del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata, editado en 1951 bajo el título “De Ceres a Evita – Un siglo y medio de descubrimientos de planetitas”.

En la noche del 3 al 4 de agosto de 1948, los auxiliares del Departamento de Astronomía, Juan Macluf y Carlos Rogati, cumplían el encargo de la obtención de una placa con dos imágenes del asteroide Gunhild. Examinada la placa con la cámara del Anteojo Astrográfico de 842 milímetros el jefe del Departamento profesor Miguel Itzigsohn, además del planetita buscado, estableció la presencia de otro astro”.

Continuaron complicados procesos de investigación y observación con la participación de diversos científicos del Observatorio.

Toda la documentación registrada fue enviada a la Unión Astronómica Internacional para obtener su reconocimiento y registro del nuevo descubrimiento. De acuerdo a normas internacionales preexistentes, “el observatorio que haya suministrado el primer conjunto de posiciones que permita el cálculo de una órbita, tiene derecho de proponer el nombre definitivo del astro”. Provisoriamente se lo identificó como “1948 P A”.

Dos años más tarde precisamente el 7 de marzo de 1950, el director de la Central de Pequeños Planetas de la Unión Astronómica Internacional, profesor Raúl Hergot comunica al Director del Observatorio Astronómica de La Plata que “puede usted presentar un nombre para el reconocido provisoriamente como 1948 P A, el que será aceptado, a menos que no haya conflicto con algún nombre anterior”.

Pocos días después, el 25 de marzo de 1950, a propuesta de los investigadores del Instituto Superior del Observatorio Astronómico de la Universidad de La Plata, se le asignó al nuevo astro el nombre de “Evita”, “como homenaje a la señora María Eva Duarte de Perón, por su intensa obra solidaria y cristiana a favor de los niños, de los ancianos y los desamparados de todo el país y naciones hermanas”.

Hoy, a 68 años de su muerte, serenadas las pasiones políticas es mayoritariamente reconocida su fugas y trascendente obra, mientras sigue brillando en el firmamento el asteroide “Evita”

*Héctor Jorge Colás/ (APP)