Por miedo a las devaluaciones las familias ahorraron en productos durables
Un informe de la consultora Ecolatina muestra que en un primer momento adelantaron compras para los meses siguientes pero posteriormente, la escasez de opciones de ahorro y los temores a perdidas de poder adquisitivo, impulsaron la búsqueda de elementos que se mantuvieran en el tiempo. El consumo cambió en cuarentena.
Un informe de la consultora Ecolatina muestra que, en un primer momento, las familias, adelantaron compras para los meses siguientes pero, posteriormente, la escasez de opciones de ahorro y los temores a perdidas de poder adquisitivo impulsaron la búsqueda de elementos que se mantuvieran en el tiempo.
El consumo cambió en cuarentena. Los primeros meses de año se llevó a cabo un stockeo por prevención debido al aislamiento social estricto pero posteriormente por las restricciones al dólar oficial llevaron a la economía doméstica a optar acopiar por expectativas de devaluación.
Según el trabajo, la pandemia y la cuarentena golpearon fuertemente en un consumo privado que ya arrastraba dos años seguidos en rojo. «La crisis afectó de manera heterogénea a los distintos rubros» asegura Ecolatina. Al comienzo, los sectores no esenciales fueron los más afectados.
Hubo rubros donde las ventas cayeron a casi cero entre fines de marzo y comienzos de abril. Sin embargo, y en sentido opuesto, el aislamiento impactó positivamente sobre el consumo masivo. Los supermercados facturaron 10% más en términos reales conforme a los números del INDEC.
«Esta dinámica favorable obedeció a dos grandes factores: el miedo a lo que podía venir y la reducción de las opciones de gasto. Por un lado, los temores lógicos a los que indujo la cuarentena en un primer momento motivaron a muchas familias a stockearse, adelantando consumos de mayo-junio a marzo y abril» indicó Ecolatina.
Las compras de alimentos, medicamentos y elementos de limpieza, higiene y desinfección de los hogares mostraron un cierre positivo en el primer trimestre e inicio del segundo. «Esto está explicado por el miedo al futuro que por una mejora sostenible de la demanda» dice Ecolatina sobre este creciente consumo masivo.
Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares de INDEC, cerca del 40% del consumo se realizaba fuera del espacio doméstico, en su mayoría en rubros no esenciales. «El gasto destinado a consumos en el hogar que explicaba poco más de la mitad de las erogaciones se elevó a tres cuartos en el inicio de la pandemia, siguiendo las estimaciones del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI)» explica Ecolatina.
En el terreno opuesto, al inicio de la pandemia las ventas de bienes durables se desplomaron. Los patentamientos de autos y motos se derrumbaron 70% y 60% en el bimestre marzo-abril. Las ventas de electrodomésticos retrocedieron 35%. Por último, se desmoronó la compra de inmuebles, que cayó 90% en marzo-abril.
Según la consultora, esta dinámica cambió en los meses siguientes. La aparición de los rubros “exceptuados” además de los esenciales y la adaptación a la venta online de muchas empresas acercó las divergencias. «Pasado el boom inicial del consumo masivo que trajo la pandemia, sus indicadores empezaron a mostrar algunas señales de retroceso» indicó Ecolatina.
Según el índice de Nielsen Express, el consumo en supermercados cayó tanto en agosto como en septiembre (-3,3% y -2,5% ), a la par que el rubro medicamentos hizo lo propio en el octavo mes del año (-3,7%).
«De la misma forma, la escasez de opciones de ahorro en un escenario de exceso de liquidez, los temores devaluatorios y las posibilidades de ‘comprar dólares oficiales’ mediante el acceso a bienes importados impulsaron el consumo de productos durables» sostiene el informe.
En este caso, se verificó un mejor desempeño de aquellos rubros vinculados a consumos dentro del hogar -electrodomésticos, equipos electrónicos, etc.-. En el mismo orden, repuntó la compra de muebles, colchones, insumos vinculados al mantenimiento y reparación de la vivienda, como pinturas, cemento o ladrillos huecos.
Según las cifras del INDEC, en agosto la producción de pinturas trepó 24,2% y la de muebles y colchones 13,6%; el consumo aparente de ladrillos subió 17,2% y los despachos de cemento en bolsa (asociados a pequeñas refacciones o a la autoconstrucción) avanzaron 8,2%, mostrando un rebote generalizado del sector. (Urgente24)