Surge de comparar el primer trimestre con igual período de 2018.

El impacto que causaron las últimas dos muertes del fin de semana de una pareja que viajaba a alta velocidad en moto no se condice con los números que reflejan la totalidad de siniestros y fallecimientos en la provincia.

Si bien preocupan las picadas que se realizan en algunas zonas de la ciudad y sobre tramos de la Ruta 22, la realidad es que al comparar el primer trimestre de este año respecto a igual período de 2018, se produjo una disminución de muertes por accidentes del orden del 25 por ciento, lo que marca una tendencia a la baja que ya se venía observando el año pasado respecto de 2017.

Los números que maneja el Sistema Integrado de Emergencias del Neuquén (SIEN) indican que durante enero, febrero y marzo de este año se contabilizaron 21 fallecimientos por accidentes contra 28 en igual período pero de 2018.

La actualización de esta estadística marca que a esos 21 hay que agregarle lo ocurrido este fin de semana, cuando un hombre de 29 años y una mujer de 25 murieron la madrugada del domingo, luego de protagonizar un violento accidente en una moto, en el cruce de Avenida Olascoaga y Democracia de la capital neuquina.

El conductor del rodado iba en sentido hacia el río realizando maniobras indebidas, a alta velocidad, por lo que al llegar a la calle Democracia perdió el control, derrapó y chocó con el cordón. Esto les provocó graves heridas a los ocupantes de la moto y fallecieron al instante.

Campaña

“El lunes lanzaremos una campaña mundial de la OMS y Naciones Unidas para trabajar con los jóvenes, en los colegios, sobre el tema de la seguridad vial”, contó Sandra Torres, titular de Bien Argentino, una ONG de Neuquén que trabaja en la concientización de la población respecto de la seguridad vial.

“En esos lugares donde se corren picadas y se excede la velocidad hay que poner puestos fijos de la policía. Los vecinos del barrio Río Grande piden esto pero no alcanza porque los que hacen carreras están organizados para cuando se va el personal de tránsito y vuelven al lugar”, apuntó Torres. “Nuestro trabajo es concientizar, pero solos no podemos, trasciende lo de la educación”, advirtió.

Respecto de la tendencia que vienen marcando los accidentes viales si se toman de manera anual, del 1º de abril de 2018 al 1º de abril de este año se contabilizaron 2700 asistencias, donde un 33 por ciento tuvo como protagonistas a autos y motos, un 19 por ciento solo a motos (por malas maniobras o exceso de velocidad), mientras que el resto involucró a autos y otros rodados.

En total, en 2018 se registraron 62 fallecimientos por accidentes viales (nueve de ellos fueron motociclistas), bastante menos que en 2017 (82). “Bajó la siniestralidad y esto en parte se debe al trabajo articulado entre la Provincia y los municipios, pero ahora estamos otra vez subiendo, al menos por lo que muestra la primera parte del año, aunque sigue siendo menos que en 2018”, dijo Torres.

Los lugares donde se da mayor siniestralidad en la provincia de Neuquén son la Ruta Nacional 22, la provincial 7, la 237 y la 40.

En su momento, la implementación de radares sobre la 22 logró reducir la cantidad de accidentes.

En el norte neuquino, donde la mayoría de las rutas son provinciales, el impacto en cuanto a siniestros es menor porque son menos transitadas, lo que no quita que no sean peligrosas, dado que hay muchos kilómetros de caminos en mal estado o sin asfalto, al igual que en la zona centro .

La obra de la 22 sin terminar no ayuda

Más allá de que muchas veces lo accidentes de tránsito tienen su origen en la imprudencia de los automovilistas, lo cierto es que el estado de las rutas no colabora. Un caso paradigmático es la repavimentación de la multitrocha entre Cipolletti y Plottier, que quedó a medio terminar y cuya finalización ahora sufrió una postergación por motivos financieros.

Desde Vialidad Provincial, organismo encargado de las tareas, se explicó que se está tramitando el pago de un anticipo financiero que forma parte de las condiciones del pliego para que la empresa encargada de la obra tenga fondos para comprar el asfalto e iniciar los trabajos.

Se trata de 27 kilómetros a los que se les retiró capas de asfalto para eliminar las deformaciones y ondulaciones. Lo que se hizo fue el fresado de la calzada sobre una superficie de 52 mil metros cuadrados, que implicó sacar entre cinco y seis centímetros de espesor del viejo asfalto y sellar fisuras. Pero hasta ahí llegaron las tareas. Lo que falta ahora es colocar una carpeta y, por último, aplicar un microaglomerado en frío, que es una emulsión que se prepara en un camión y que permite dar una buena terminación al reasfalto. Esto se colocará en tramos de 2600 metros cuadrados por día, lo que es igual a cuatro cuadras en ambos carriles.

Las tareas de repavimentación, según informó Vialidad, comenzarán por la zona de Plottier para que los conductores se acostumbren de a poco a los desvíos. Una vez que se concrete el pago, avanzarán las tareas. (LMN)