Los votos son de la gente
El tiempo de los electorados cautivos terminó con la explosión de los partidos políticos tras la crisis de 2001/2 en argentina. Coincidiendo en época con el fin de las grandes ideologías universales y la revolución tecnológica que dio origen a un nuevo sujeto social, y por ende político, el millennial.
Hoy los millennials (personas nacidas en las décadas del 80 y 90 del siglo pasado), sumado a algunos centennials en calidad de votar (jóvenes nacidos ya en este nuevo siglo), conforman casi el 40% del padrón electoral rionegrino. Son todos nuevos electores que no existían cuando retornó la democracia a la argentina y que se formaron en una época de profundos cambios culturales, aun inacabados.
Entre esos cambio culturales el que mas sobresale es el ideológico. Ellos no se guían por los paradigmas de izquierda y derecha, populismo o elitismo; y ni siquiera peronismo y radicalismo del siglo pasado, que dividían a la sociedad en forma vertical. Ellos cortan transversalmente el tejido social y los motivan más las causas que los ideales. Su agenda no pasa por las ideas partidarias sino por causas medioambientales (como por ejemplo los daños que puedan causar la megaminería o el glifosato), o sociales (como por ejemplo la lucha feminista o el derecho al aborto), entre muchas otras.
Su relación con la política es tangencial y desinteresada. En el fondo les da lo mismo qué partido político gobierne mientras que el gobernante sea una persona en la que ellos puedan confiar. Por eso es que prestan mucha atención a la persona atrás del candidato. Lo semblantean en una primera mirada ¿les cae bien o les cae mal? Y si el candidato se gana su afecto (siempre circunstancial, obviamente) lo votan.
Esta es la generación que hizo gobernador a Alberto Weretilneck en 2015 y que dos años más tarde hizo diputada a María Emilia Soria. Y que en este 2019 volvió a darle su apoyo al Alberto, votando por Arabella para la gobernación. Así de simple y sin mayores explicaciones que dar.
Ellos son los dueños de sus votos y se los dan a los que quieren.
Y para presidente se lo darán a los Fernández. Y para senador se lo darán a Weretilneck. Y para intendente, en cada pueblo, votarán al que ellos quieran. Sin importarles un comino de que partido sea el que hayan elegido.
Una somera y necesaria explicación que necesitaba dar para explicar el porqué del resultado de la última encuesta provincial que realicé y en los siguientes gráficos te la muestro.
Pablo Gustavo Díaz
Consultor en marketing político
@pablogusdiaz