La Academia francesa de Bellas Artes advierte sobre la censura de desnudos artísticos en las redes
Aseguran que las plataformas son incapaces de distinguir entre obras maestras del arte clásico y la más vulgar pornografía y las acusó de ser «una amenaza para la difusión del arte»
Luego de que «El origen del mundo», de Gustave Courbet, y «La libertad guiando al pueblo», de Eugène Delacroix, fueran censurados por varias redes sociales, la Academia de Bellas Artes de Francia denunció en un comunicado que estas plataformas son incapaces de distinguir entre obras maestras del arte clásico y la más vulgar pornografía y las acusó de ser «una amenaza para la difusión del arte».
Para sostener la acusación, la Academia cita esos dos ejemplos, que fueron censurados por Facebook, Twitter e Instagram por considerar que no respetan sus normas de representación del desnudo femenino.
«El origen del mundo», la obra más legendaria de Courbet, representa el sexo de una mujer aunque oculta su rostro de la señora y deja entrever uno de sus pechos desnudo. Por otra parte, en «La libertad guiando al pueblo» una joven enarbola la bandera de Francia y guía al pueblo hacia la revuelta y la revolución con los pechos desnudos.
Durante décadas, la obra de Courbet fue considerara escandalosa hasta que, finalmente, el Museo de Orsay la convirtió en una de sus joyas más celebradas. En cambio, los pechos desnudos de la protagonista de «La libertad guiando el pueblo» nunca fueron de escándalo y formó parte desde siempre de la tradición artística, cultural y política de Francia.
Más allá de ser obras que forman parte del canon artístico francés, las obras de Courbet y Delacroix no respetan los algoritmos aritméticos utilizados por Facebook, Twitter e Instagram para autorizar o desautorizar imágenes que pudieran ser eróticas o pornográficas.
Según la opinión oficial de la Academia de Bellas Artes, esa incapacidad manifiesta de las redes sociales, de influencia evidentemente planetaria, es una manera de censura sencillamente idiota y sonámbula, convirtiéndose en una amenaza para la libertad de difusión y promoción del arte clásico.
No es el primer conflicto que se desata por la «incompatibilidad» entre las obras de arte y los algoritmos que definen las pautas de publicación en redes sociales.
En octubre del año pasado, tras la censura en redes sociales como Instagram, Tik Tok o Facebook por algoritmos que no distinguen arte de pornografía, los grandes museos de Viena decidieron migrar a la plataforma de contenido para adultos OnlyFans, en la que comparten obras de arte donde aparecen desnudos o imágenes de contenido «explícito».