Investigadores describen un método más barato y eficiente de reciclar las baterías de los coches eléctricos
Expertos de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, han realizado un estudio comparativo para determinar el tratamiento térmico y el proceso hidrometalúrgico óptimos para reciclar las baterías de iones de litio.
El reciclaje de las baterías de los coches eléctricos puede ser más fácil, más barato y más respetuoso con el medio ambiente, según un nuevo artículo científico de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), que describe un proceso de reciclaje optimizado. La investigación, publicada en la revista Waste Management, ha sido llevada a cabo por algunos de los principales expertos mundiales en la materia, y representa un paso vital hacia la sociedad de la electromovilidad del futuro.
A medida que aumenta el uso de vehículos eléctricos, los procesos de reciclaje y recuperación de sus baterías y de los metales críticos utilizados en su producción se están convirtiendo en un área de investigación cada vez más importante. Uno de los métodos que más interés despierta en la actualidad es una combinación de pretratamiento térmico e hidrometalurgia, en la que se utiliza la química acuosa para recuperar los metales. Varias empresas están desarrollando sistemas que utilizan esta combinación, pero los investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers descubrieron que estas empresas utilizan temperaturas y tiempos muy diferentes en sus procesos, y que era necesario realizar un estudio comparativo para determinar el tratamiento térmico y el proceso hidrometalúrgico óptimos para reciclar las baterías de iones de litio.
30 minutos y temperatura ambiente pueden ser suficientes
Un hallazgo clave del nuevo estudio fue que el proceso hidrometalúrgico puede llevarse a cabo a temperatura ambiente. Esto es algo que no se había probado antes, pero que puede reportar importantes beneficios en forma de reducción del impacto ambiental y de los costes de reciclaje de las baterías. Además, el proceso puede llevarse a cabo mucho más rápido de lo que se pensaba.
«Nuestra investigación puede suponer una gran diferencia para los desarrolladores en este ámbito. En algunos casos puede ser tanto como reducir la temperatura de entre 60 y 80 grados centígrados hasta la temperatura ambiente, y de varias horas a sólo 30 minutos», afirma Burcak Ebin, investigador del Departamento de Química e Ingeniería Química de Chalmers y uno de los autores principales del artículo.
Los investigadores estudiaron cómo los distintos pasos -el pretratamiento térmico y la hidrometalurgia- se afectan mutuamente. Se realizó una importante comparación entre dos enfoques diferentes del pretratamiento térmico: la incineración o la pirólisis. Esta última no contiene oxígeno y se considera más respetuosa con el medio ambiente, por lo que los investigadores determinaron que daba los mejores resultados.
«Para satisfacer la enorme necesidad de reciclaje de baterías que se avecina, los procesos que se utilizan actualmente deben ser lo más eficaces y eficientes posible, por lo que este estudio ofrece un conocimiento inestimable para los fabricantes y operadores de esta tecnología. Los métodos que presentamos también pueden utilizarse para optimizar el reciclaje de todo tipo de baterías de iones de litio«, explica Martina Petranikova, profesora asociada del Departamento de Química e Ingeniería Química de Chalmers, que también ha trabajado con Northvolt, uno de los mayores fabricantes de baterías de Europa, ayudando a desarrollar e implementar sus procesos de reciclaje.
La optimización continua es crucial para el sector
Para que el reciclaje de las baterías de los coches eléctricos alcance los volúmenes necesarios para el futuro, los costes deben reducirse radicalmente. La mejora de los procesos es, por tanto, un reto crucial.
«Para reducir los costes, tenemos que reducir los pasos del proceso de reciclaje. Ahora mismo estamos trabajando en varios proyectos con ese objetivo, y la estrecha colaboración y la buena comunicación entre los investigadores y los desarrolladores de la tecnología serán muy importantes para salir airosos de los retos a los que nos enfrentamos», afirma Martina Petranikova.
Un ejemplo de ello es la nueva tendencia que se ha extendido entre los fabricantes de baterías para vehículos eléctricos: las baterías de estado sólido. Estas baterías contienen un número significativamente mayor de metales diferentes, lo que hace que el reciclaje sea mucho más difícil.
«Como investigadores vemos una necesidad vital de acordar una norma global para un número máximo de metales en estas baterías», concluye Petranikova. (residuosprofesional)