Fortaleciendo las alianzas y construyendo movimientos para poner fin a la mutilación genital femenina

Declaración conjunta de la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem; la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, y el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.
La mutilación genital femenina constituye una violación de los derechos humanos que inflige secuelas físicas, emocionales y psicológicas profundas y de por vida a niñas y mujeres. Esta práctica nociva afecta hoy a más de 230 millones de niñas y mujeres. Se estima que, si no actuamos de forma inmediata, otros 27 millones de niñas podrían ser víctima de esta violación de sus derechos y de su dignidad de aquí a 2030.
Hoy, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, y en respuesta al tema «Acelerando el ritmo: fortaleciendo las alianzas y construyendo movimientos para poner fin a la mutilación genital femenina», el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), reiteramos nuestro firme compromiso de trabajar codo con codo con los países y las comunidades para acabar, de una vez por todas, con esta práctica nociva.
Hay esperanzas: en muchos países ha disminuido la prevalencia de la mutilación genital femenina y estamos presenciando avances en países como Kenya y Uganda, donde la acción colaborativa y las iniciativas dirigidas por la comunidad están demostrando que podemos acelerar el cambio si fortalecemos las alianzas y construimos movimientos.
Desde la puesta en marcha del Programa Conjunto del UNFPA y UNICEF sobre la Eliminación de la Mutilación Genital Femenina en 2008 en colaboración con la OMS, unos 7 millones de niñas y mujeres han accedido a servicios de prevención y protección. Además, 48 millones de personas han formulado declaraciones públicas para abandonar dicha práctica y los medios de comunicación han transmitido mensajes al respecto a 220 millones de personas. En los dos últimos años, se han movilizado cerca de 12.000 organizaciones comunitarias y 112.000 trabajadores comunitarios y de primera línea para impulsar el cambio en este momento decisivo.
Sin embargo, también se ha constatado claramente la fragilidad de los avances conseguidos. En Gambia, por ejemplo, persisten los intentos de derogar la prohibición de la mutilación genital femenina, incluso después de que el parlamento rechazara una propuesta inicial presentada a tal efecto, el año pasado. Estos esfuerzos podrían socavar gravemente los derechos, la salud y la dignidad de las futuras generaciones de niñas y mujeres, así como poner en peligro el incansable trabajo que se ha venido realizando durante decenios para generar un cambio de actitud y movilizar a las comunidades.
De los 31 países en los que se recopilan datos sobre la prevalencia a escala nacional, solo 7 están en vías de cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible de acabar con la mutilación genital femenina para 2030 o antes de dicho año; por tanto, es urgente acelerar el ritmo de progreso actual para alcanzar esta meta.
A tal efecto, es preciso reforzar las alianzas entre líderes, organizaciones comunitarias y sectores —como el de la salud, la educación y la protección social—, así como continuar defendiendo ininterrumpidamente los derechos y ampliar los movimientos sociales, poniendo a las niñas y las sobrevivientes en el centro.
Esto requiere una mayor rendición de cuentas a todos los niveles, para garantizar que se respeten los compromisos con los derechos humanos y que se apliquen políticas y estrategias para proteger a las niñas en situación de riesgo y proporcionar atención —incluidos servicios jurídicos— a las sobrevivientes. También exige mayor inversión para ampliar aquellas intervenciones cuya eficacia ya ha sido demostrada. Estamos en deuda con la generosidad de los donantes y socios que respaldan esta labor con la que cambiamos la vida de las personas, e invitamos a otros a unirse.
Todas las personas tenemos un papel que desempeñar a la hora de garantizar que todas las niñas estén protegidas y puedan vivir sin sufrir daños. Aceleremos el ritmo y actuemos de forma urgente. Ha llegado el momento de acabar con la mutilación genital femenina.