26 marzo, 2025

Excursiones turísticas: un segmento complicado por los bolsillos flacos

Las agencias en Bariloche sintieron este verano el presupuesto ajustado de muchos turistas. Cuando la plata no alcanza «lo primero que recortan es la excursión», aseguró un operador. Por Daniel Marzal

Los consumos turísticos se adaptan cada año al contexto económico y hablar de una buena temporada, de acuerdo al número de visitantes, no siempre significa que todas las empresas del sector hayan registrado ventas acordes con ese volumen. Las excursiones turísticas en Bariloche durante el último verano experimentaron vaivenes derivados de esa realidad.

El encarecimiento de las tarifas medidas en dólares y los presupuestos ajustados del turista promedio tuvieron un claro impacto, según reconocieron varios prestadores.

Sin cifras aun, el pronóstico de muchos es que las estadísticas de final de temporada que suele difundir el observatorio turístico de la provincia revelarán probablemente un descenso en el gasto turístico per cápita, respecto de años anteriores.

Basta con recorrer la calle Mitre de Bariloche para encontrarse con detalles antes impensados como los promotores que vocean excursiones a la par de los “arbolitos” que ofrecen canje de monedas, o las agencias que invaden las veredas con carteles de caballete con sus ofertas de “San Martín de los Andes, 2×1” o “20% off en excursiones terrestres”.

La presidente de la Cámara de Turismo provincial, Orieta Lillo, reconoció que el turista “ha recortado un montón de gastos” y las modalidades de consumo cambian todo el tiempo. “Algo que se ve cada vez más es que se manejan muchísimo en transporte público, por ejemplo para recorrer Circuito Chico. Y eligen relegar las excursiones -refirió-. También lo siente la gastronomía, lo vemos en los hoteles: esta temporada trabajaron muy bien las rotiserías”.

Según la dirigente empresaria, “en Bariloche el turismo de verano siempre fue más gasolero, pero eso se potenció. Datos por ahora no hay, pero lo que te dicen muchos prestadores es que el cliente consulta mucho y no compra. La gente se achicó, es real”.

Omar Herrera, titular de una agencia y socio de Aavytuba (la entidad que las agrupa), reconoció que este año hubo “una merma de trabajo” y que las excursiones lo sintieron. “La realidad es que hoy el dinero no rinde igual, el poder adquisitivo no es el mismo. Y cuando el turista recorta, lo primero que recorta es la excursión”, dijo Herrera.

Dijo que en su caso en enero trabajó “un 5% más” que el año anterior, pero sabe de “muchos operadores terrestres, muchos transportistas que estaban ´libres´, con una semana sin nada contratado”, como antes no se veía.

A pesar de la reticencia en ofrecer datos precisos, otro operador señaló que “en las excursiones lacustres no se puede ocultar, ya no salen los catamaranes llenos, como en años anteriores. Y Turisur operaba con dos barcos todos los días a isla Victoria, pero este año tuvo días de un barco solo”.

Tarifas para sacar cálculos

Los precios de las excursiones embarcadas alejaron al público menos pudiente, en especial a las familias con hijos. Desde comienzos de enero la tarifa para Isla Victoria y Arrayanes (o para Puerto Blest y Cántaros) fue fijada en 114.000 pesos por pasajero.

Circuito Chico, la más sencilla, se cobra 19.500 pesos. Tronador o El Bolsón con Lago Puelo se puede contratar por 49.500 pesos. Y aparecen paquetes de promoción como Tronador, más Circuito Chico más San Martín de los Andes or 128.000 pesos. Entre las de turismo aventura, el rafting arranca de 50 mil pesos y hay versiones más sofisticadas de 90.000. Una excursión de kayak por el lago Gutiérrez se comercializa a 74.500 pesos.

El propietario de la agencia Escenario Sur, Fernando Calviño, reconoció que hablar de una lacustre a 100 dólares per cápita suena impactante, más aun cuando el dólar casi no se movió y el año pasado para la misma fecha costaba 50 dólares. Pero lo mismo ocurrió con casi cualquier producto, no solo los turísticos, “porque los costos sí aumentaron en forma considerable”, subrayó Lillo.

Calviño reconoció que hay una pulseada de precios muy fuerte pero en su caso prefiere “competir por calidad”. Y dijo que algunos de sus colegas, venden barato “pero salen con vehículos viejos, que se rompen” o que no ofrecen chofer y guía por separado. “El turista lo siente y se queja -afirmó-. El mercado está complejo, pero no retraído”.

El operador dijo también que los autos de alquiler sin chofer les presentan una competencia dura, porque muchos turistas sacan cuentas y lo prefieren, para viajar por su cuenta y prescindir de la excursión. “Yo les explico que a San Martín, para dos personas, les sale más barato comprar la excursión, si al alquiler le suman el costo de la nafta”, sostuvo Calviño.

Un empleado de otra agencia, Fabián Laorca, reconoció que “la gente pregunta más que otros años, recorre y lo piensa mucho antes de comprar”. Refirió que una conducta habitual es la de llegar con la idea de contratar tres o cuatro excursiones, una para cada día, pero terminan por bajar a dos y planifican para el resto recorridas en colectivo u otras actividades de costo menor (Río Negro)