El día “D”: Weretilneck y su proyecto político ante los jueces supremos/Por Omar Nelson Livigni

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La Corte Suprema de Justicia de la Nación, exhibiendo una celeridad procesal que asombra y que no la ha caracterizado ante casos similares, anunció que resolverá el próximo 22 de marzo y en forma simultánea si el rionegrino Alberto Weretilneck y su colega riojano Sergio Casas podrán participar como candidatos a gobernador en sus respectivas jurisdicciones, en casos diferentes.
La controvertida trayectoria del máximo tribunal nacional no ofrece mayores garantías de ecuanimidad, aunque hasta los dirigentes más descreídos del oficialismo no pierden la esperanza de un fallo que favorezca la continuidad del gobernador rionegrino.
Son conocidos y comentados en tono crítico el acercamiento del alto tribunal, según las circunstancias, a distintos factores de presión y grupos de poder, con fallos “equilibrados” de contenidos más políticos que jurídicos, que también alcanzan al gobierno de Mauricio Macri por el que demuestras escasas afinidades.
Al respecto el legislador Alejandro Palmieri de Juntos Somos Río Negro (JSRM) puso en duda la imparcialidad de la Corte, un juicio de valor que es un secreto a voces y muy difícil de revertir.
Y también se aventuró a comentar que seguramente las sentencias que se conocerán el día 22 de marzo (el día “D”) pueden estar influenciados por intereses de conocidos lobbies políticos, y de esos resultados surgirán quiénes pueden resultar ganadores o perdedores.
El gobernador Weretilneck fue más frontal y enfiló contra la oposición que presentó recursos judiciales contra su candidatura y habló de que “ahora tienen que ir a buscar jueces de afuera, de Buenos Aires, para que definan quienes son los gobernantes de la provincia de Río Negro”.
Como dijo un agudo observador, los jueces cumplirán con su tarea con la solemnidad habitual pero convencidos que el laberíntico artículo 175 de la constitución no fue ni se ha convertido “en el ombligo del mundo.”.
También debe haber llegado la información a los magistrados que el ya famoso artículo 175 fue introducido en la constitución rionegrina por la reforma de 1988 a iniciativa de los constituyentes radicales que también lograron incorporar la figura del vicegobernador, que hasta ese momento no existía para descomprimir problemas internos de la época.
A esa convención constituyente se la recuerda habitualmente no por sus méritos precisamente, sino porque hasta el día de hoy, el cuerpo que sesionó en San Carlos de Bariloche nunca rindió las cuentas de sus gastos en la legislatura provincial.
Por supuesto que los jueces conocen que detrás de la complicada escena política e institucional de Río Negro, están observando este desenlace Cristina Fernández y Mauricio Macri, como hicieron en los comicios de Neuquén, las referencias más nítidas del fenómeno de polarización electoral que se visualiza a nivel nacional y donde las provincias con elecciones anticipadas permiten ver tendencias o anticipar estrategias en función del comicio de octubre.
La rápida decisión de la Corte Suprema que el 22 de marzo definirá si reconoce o no la condición de candidato de Weretilneck impactó de lleno en el sensibilizado clima político próximo a las elecciones provinciales.
En ese momento fue cuando el mandatario endureció su discurso de campaña y colocó al Frente para la Victoria (FpV) y al Justicialismo como responsables de una prédica proscriptiva en su contra. En realidad todo el arco opositor, aún con sus grandes diferencias ideológicas, por lo menos formalmente, coincide que Weretilneck no puede ser candidato. El mandatario también habló de quienes tienen que ir a buscar jueces de afuera, a Buenos Aires, para que definan a los gobernantes de Río Negro, tildándolos de “unitarios”.
Sobre las especulaciones de lo que hará JSRN si la Corte les falla en contra, el senador Miguel Pichetto se vio obligado a clarificar que “no aspiro a compartir ningún cargo provincial sino que sigo avanzando en el plano nacional con Alternativa Federal”.
Pese a las tensiones propias de estos momentos de incertidumbre, que seguramente se irán profundizando al ritmo de las horas y los hechos, hasta las mismas vísperas del día “D”, tanto Weretilneck como sus ministros y otros colaboradores exhiben una llamativa calma y una visión optimista a los acontecimiento por venir.
Una muestra del estado de ánimo y confianza reinante en el oficialismo es la reiterada afirmación que “este proyecto no tiene Plan B”. ¿Puede suceder que un proyecto político como el que viene construyendo Weretilneck no tenga previstas alternativas? ¿Hay algún reaseguro para estar condenado al éxito?
¿O un JSRN acéfalo y sin conducción puede iniciar el tránsito hacia la disolución y la diáspora?
Obviamente que estos ejercicios de ficción no tienen ningún apego o correlato con la realidad, sobre todo cuando los principales protagonistas no ignoran que está en juego nada más ni nada menos que el ejercicio del poder en Río Negro con todas sus implicancias.
Hubo fuertes rumores, nunca desmentidos, que no hace muchos meses atrás Weretilneck, hablando sobre su pretensión de repetir por otros cuatro años, le informó al actual vicegobernador Pedro Pesatti, previendo dificultades: “Si yo no voy, vas vos”.
No se descarta además que Weretilneck haya abordado ese tema con algunos de sus ministros y hay quienes sostienen que no hay que descartar la aparición de algún extra partidario prestigioso para efectuar el recambio de emergencia sobre la marcha y en orden.
Pero está claro que en el gobierno no hay quien quiera o pueda decir como aquel monarca francés: “Después de mi el diluvio”. Tiene otros pasos a seguir que serán adoptados según las circunstancia que se presenten.
Mientras tanto en los últimos días se produjo un intenso movimiento en los tribunales ya que la candidatura del gobernador Weretilneck obligo a intervenir a 23 jueces y tres funcionarios del Ministerio Público de la provincia y de la Nación.
El jueves se conoció el dictamen previo del fallo de la Corte y también la sentencia del STJ que denegó el recurso extraordinario federal de Cambiemos .
La procuradora Fiscal de la Suprema Corte, Laura Monti firmó dos dictámenes, no vinculantes, donde se le recomienda al alto tribunal no intervenir en las demandas de las agrupaciones partidarias que impugnaron a los gobernadores Casas y Weretilneck.
La funcionaria considera que dada la índole taxativa prevista en el artículo 177 de la Constitución y su imposibilidad de ser extendida por persona o poder alguno “los procesos resultan ajenos al conocimiento del tribunal nacional”.
Finalmente desde la Fiscalía de Estado de Rio Negro se le requirió a la Corte rechazo el amparo presentado por el FpV, invocando el respeto a la autonomía provincial. provincial. (APP)