11 febrero, 2025

Cacerolazo en apoyo al jubilado que mató a un ladrón

Alrededor de las 20, un centenar de vecinos realizó un cacerolazo en apoyo al herrero de 71 años y reclamaron seguridad.

Un centenar de vecinos se reunió frente a la casa del jubilado de 71 años que mató de dos balazos a un delincuente en el partido bonaerense de Quilmes y realizó un cacerolazo en apoyo al herrero, al tiempo que los manifestantes reclamaron por “seguridad” en el barrio.

Alrededor de las 20, y con carteles escritos a mano con frases como “Basta de inseguridad!” y “Ni asesino ni héroe ¡Víctima! de la inseguridad y del estado de la Justicia”, los manifestantes se reunieron en torno a la vivienda de Jorge Ríos.

Federico, hijo del jubilado, dijo al canal Telefé que la convocatoria “es es el resultado de lo que siempre fue” su papá “en el barrio”, ya que “se volvió un referente de lo que es ser un buen tipo”.

“La mayoría son caras conocidas. Es un abrazo al alma y la evidencia de que la sociedad a veces toca fondo, pero siempre está dispuesta a unirse y a generar algo como esto, algo que en un punto es lamentable y por el otro es bueno, porque nos une a todos”, aseguró el hijo del jubilado.

En tanto, Silvana, quien vive en una casa contigua a la del herrero”, dijo al canal La Nación + que su vecino “es una persona de bien, jamás le hizo mal a nadie».

«Si pasó lo que pasó, fue porque se le metieron en la casa, no porque le gusta matar a la gente porque sí”, sostuvo.

Sobre el hecho, la mujer relató que se despertó “escuchando tiros, los perros estaban enfurecidos” y pensó “que alguien había entrado a la casa de Jorge, o que andaban por los techos”, pero que nunca imaginó “que habían entrado a la casa y que lo habían golpeado como lo habían golpeado”.

“Siempre tuvo arma Jorge, pero nunca la usó. Siempre fue un caballero, un buen vecino. Es una persona tranquila, serena, honesta y trabajadora”, contó Silvana sobre el jubilado, a quien conoce de hace “40 años”.

Además aseguró que le “apena mucho lo que le está pasando a Jorge y a toda su familia”, por tener que “abandonar un hogar, no tener más trabajo”, y explicó que ese “era un barrio tranquilo” y ahora le da “miedo sacar la basura al cesto”.

Mientras se replicaban los golpes a las cacerolas, los aplausos y los gritos por “¡Seguridad!”, otro vecino manifestó que no dan “más” y que están “colapsados”, mientras que sobre el accionar de Ríos argumentó: “Tres veces lo asaltaron en el día, ¿Qué otra reacción podes tener?”.

«A la hora de gatillarle no le tembló el pulso», dijeron familiares del ladrón asesinado

Si bien no justificaron el robo cometido por el joven porque “eso está mal”, dijeron que se “confundió” porque “necesitaba una contención” y “una ayuda que no la tuvo”.

Familiares del delincuente asesinado por el jubilado de 71 años en el partido bonaerense de Quilmes aseguraron esta noche que al herrero “a la hora de gatillarle no le tembló el pulso”, y si bien no justificaron el robo cometido por el joven porque “eso está mal”, dijeron que se “confundió” porque “necesitaba una contención” y “una ayuda que no la tuvo”.

Matías, cuñado de Franco Martín Moreyra, dijo al canal Telefé que no van a “aclarar el hecho que hizo él”, porque les parece que “eso está mal”, pero que sí van a pedir “por lo que hizo el hombre (Jorge Ríos)”, porque “él no puede matar a una persona”.

“Decían que tenía una enfermedad. A la hora de gatillarle (a Moreyra) no le tembló el pulso. No es una persona enferma, lo mostraron con un bastón, y él sale caminando. Si ves que la persona ya está herida, ¿No podría haber llamado al patrullero y que se encargue?”, manifestó el cuñado del delincuente muerto y agregó que “si tenía que ir preso lo iba a hacer”.

El joven además señaló que su cuñado “se confundió, él no tenía una contención. Necesitaba una contención, una ayuda que no la tuvo”, y en cuanto al jubilado, explicó que no cree que “se sienta amenazado”, ya que piensa que “cayó en la realidad de que mató a un joven de 26 años. Él piensa que porque tiene 71 puede acabar con la vida de una persona”.

Por su parte, Alan, sobrino de Moreyra, aseguró que su “tío no era ningún barrabrava, era una persona que se la rebuscaba, que tiene un hijo de ocho años”.

“Queremos transmitir el dolor de este lado, ya que hablaron muchas cosas en los medios, que somos familia de delincuentes, familia de barrabravas, y nosotros somos personas humildes”, dijo Alan y si bien dijo que “no justifica” lo que su “tío haya hecho”, pidió “que se haga justicia, como tiene que ser”. (Télam).