Unesco logra compromiso mundial para financiar más a la educación
Autoridades de más de 70 países asumieron el compromiso de dirigir más recursos a la educación en los programas de recuperación tras la pandemia covid-19, en una reunión en línea coordinada desde esta capital por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Hasta ahora, “en los planes nacionales de recuperación solo se ha reservado una parte mínima –menos de uno por ciento en promedio- para la educación y la capacitación”, dijo en la apertura de la cita la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
“La financiación de la educación no es un costo: es nuestra inversión más esencial a largo plazo. Si no asignamos esta financiación ahora, nos enfrentaremos a un futuro más sombrío”, agregó.
Los países asumieron el compromiso de sostener o aumentar la participación del gasto estatal en educación dentro de los parámetros internacionales de referencia, al menos entre cuatro y seis por ciento del producto interno bruto o entre 15 y 20 por ciento del gasto público.“En los planes nacionales de recuperación solo se ha reservado una parte mínima -menos de uno por ciento en promedio- para la educación y la capacitación. La financiación de la educación no es un costo: es nuestra inversión más esencial a largo plazo”: Audrey Azoulay.
“Estamos convencidos de que la educación de calidad es un derecho humano y fundamental para una recuperación equitativa, inclusiva y sostenible de todas las naciones”, señalaron las autoridades en una declaración al término de la reunión.
Según agencias de la ONU, el cierre de centros de enseñanza en 190 países y territorios al despuntar la covid afectó a 1600 millones de estudiantes en todo el mundo y todavía afecta a más de 500 millones, con 24 millones en riesgo de abandonar las aulas de manera permanente.
Las autoridades congregadas por la Unesco se comprometieron a dirigir nuevos recursos, en primer lugar, a medidas de apoyo para recuperar la pérdida de aprendizaje y el impacto socioemocional de todos los estudiantes marginados durante la interrupción de la educación.
Luego, a sostener campañas de reinscripción y apoyo específico para los estudiantes que están en riesgo de no regresar a la escuela, especialmente las niñas (11 millones), los que viven en la pobreza, las personas con discapacidad, refugiados y las personas afectadas por conflictos, crisis y desastres naturales.
También, a la capacitación y desarrollo de habilidades que aumenten oportunidades de empleo para las personas que lo han perdido durante la pandemia.
Como se requiere aumentar el volumen y la eficacia de la ayuda internacional a la educación, los participantes insistieron en la necesidad de que se cumpla el parámetro internacional de 0,7 por ciento del PIB de los países industrializados como ayuda oficial al desarrollo, y la porción de ella destinada a la educación.
Se adquirió el compromiso de reabrir las escuelas de manera segura en los próximos 15 meses, con base en la evidencia científica, considerando los contextos locales y priorizando la salud y seguridad de los estudiantes y los educadores.
La reunión fue convocada por los gobiernos de Ghana, Gran Bretaña y Noruega, y participaron el secretario general de la ONU, António Guterres, y los jefes de Estado de Angola, Colombia, República Democrática del Congo, Kenia, Namibia, Portugal y Ruanda, así como los jefes de gobierno de España, Italia, Marruecos y Noruega.
El presidente colombiano Iván Duque dijo que “la pandemia ha dejado claro que la educación es la política pública más importante para transformar la sociedad”.
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, co-organizadora de la reunión, sostuvo que “dos elementos son importantes para una rápida recuperación: la financiación y el compromiso político. En muchos casos, el derecho a la educación seguirá siendo una promesa vacía si el gasto en educación no aumenta”.
En la reunión también intervino la actriz Angelina Jolie, enviada especial de la Agencia de la ONU para los Refugiados, y dijo que “todos los países se enfrentan a enormes presiones, pero tratar de equilibrar las cuentas a expensas de la educación sería algo condenado al fracaso, además de ser moralmente indefendible”.
Guterres resumió numerosas apreciaciones vertidas al afirmar que “la educación es la solución, y la financiación y la voluntad política son esenciales”.
A-E/HM (IPS)