Qué deben hacer los pacientes con hipertensión, diabetes y problemas cardíacos
El doctor Daniel Llanos aconseja a aquellas personas que padezcan patologías que las conviertan en un blanco sensible ante el coronavirus.
La pandemia por coronavirus (COVID-19) nos cambió la vida. El planeta vive un tiempo de conmoción social, y la Argentina no es la excepción. Al contrario, las noticias cotidianas y las recientes disposiciones del Gobierno hacen que vivamos en un estado de alerta permanente. Es una época de convulsión, confusión e incertidumbre.
Uno de los temas que ha generado confusión es qué hacer con los medicamentos que toman los pacientes con enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, diabéticos con enfermedad renal y otros, concretamente los llamados IECA (el tan conocido Enalapril y otros similares) y ARA II (Losartán, Valsartán, Telmisartán y otros), los cuales son muy necesarios para las personas que padecen las enfermedades mencionadas y ampliamente utilizados en nuestro país.
A raíz de la publicación, días atrás, de un correo de lectores en una prestigiosa revista médica inglesa, se generó un cúmulo progresivo de mala información acerca de la posible influencia negativa de estos medicamentos respecto del coronavirus. Medios de comunicación en el mundo y en el país replicaron la información incorrecta acerca de que esos medicamentos aumentarían el riesgo de infección por COVID-19 y empeorarían la evolución de los que se infectaran.
Para aumentar la confusión, algunas publicaciones científicas mencionan, por el contrario, que podrían llegar a ser incluso beneficiosos en enfermedades respiratorias graves causadas por virus similares. Los fundamentos técnicos de ambas posturas exceden el alcance de esta nota. Son solamente presunciones teóricas que no tienen a la fecha comprobación clínica en seres humanos y, como tales, no deben guiar las conductas médicas ni promover cambios en los tratamientos adecuadamente implementados, como se encargan de resaltar las sociedades científicas, tanto nacionales como internacionales.
Lamentablemente, a causa de esta información errada en medios masivos, muchos enfermos deciden por su cuenta discontinuar el tratamiento. Esta es una conducta muy riesgosa, dado que el abandono de la medicación puede producir descompensaciones serias de las enfermedades de base y, en este sentido, producir resultados mucho peores al mal que se busca evitar. La instrucción a los pacientes es no abandonar la medicación por cuenta propia y, en caso de duda, consultar con el médico tratante.
Las sociedades científicas nacionales (Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, Sociedad Argentina de Cardiología, Federación Argentina de Cardiología, Fundación Cardiológica Argentina y otras) han emitido sendas declaraciones señalando la importancia de los conceptos expuestos. La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial concuerda en que la hipertensión arterial no complicada en personas jóvenes y sin otras enfermedades crónicas no constituye por si misma un factor de riesgo de mala evolución en la infección por coronavirus. Las poblaciones de mayor riesgo son la edad avanzada y ciertas enfermedades crónicas (insuficiencia cardíaca, diabetes, enfermedad renal o del aparato respiratorio, diversas formas de inmunodepresión, etc.) y no la medicación que se utiliza para su tratamiento. Las medidas de prevención siguen siendo el distanciamiento y aislamiento, la adecuada higiene de manos y la utilización de barbijos cuando corresponda.
Es una época de convulsión, confusión e incertidumbre. También de necesidad de información veraz y clara, de cohesión social, de responsabilidad y solidaridad comunitaria. Esperamos que estos conceptos contribuyan a cumplir estos objetivos. (Dr. Daniel Llanos – MP 1800 – Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, Distrito Austral)