Mella: El plebiscito en Chile habilita una segunda transición hacia «una democracia real»
Por Alfredo Follonier.
Para el politólogo, Marcelo Mella Polanco, el 25 de octubre podría ser una segunda transición que permite construir una democracia real, sustantiva y centrada en derechos.
El politólogo Marcelo Mella Polanco afirmó que el plebiscito constitucional del próximo domingo habilita una segunda transición hacia «una democracia real» centrada «en derechos y que reduzca o elimine los niveles de exclusión que han persistido en Chile desde 1990».
Esta es una de las expectativas centrales del plebiscito en el que los chilenos elegirán si quieren cambiar o mantener la actual constitución, heredada de la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990), para incluir mayores reivindicaciones políticas, sociales y cambiar el actual modelo económico.
Mella, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile, dijo a Télam que cree “que el plebiscito del 25 de octubre podría ser esta segunda transición que permite construir, a tres décadas del proceso anterior (transición de la dictadura a la democracia en 1990), una democracia real, sustantiva y centrada en derechos que reduzca o elimine los niveles de exclusión que han persistido en chile desde 1990″
Ese cambio «tiene una fuerte presión económica, política, cultural y que están en la base de las protestas y rechazo social que enfrente la democracia y los actores democráticos hoy en día en nuestro país”, agregó.
Chile vive desde hace más de un año una grave crisis social, que comenzó en octubre de 2019 con marchas multitudinarias y enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros (Policía) y fuerzas militares, que dejaron miles de heridos, una treintena de muertos y pusieron en jaque al Gobierno de Sebastián Piñera y lo forzaron a acordar con la oposición el llamado a este proceso plebiscitario.
Para Mella, “si el nivel de participación (en el plebiscito) supera la participación histórica en las elecciones presidenciales, que alcanza alrededor de un 50% de la población en edad para votar, la oportunidad para continuar con la protesta social decrece”.
Pero si “no se alcanza un nivel de participación cercano a los de la movilización histórica de la sociedad chilena para las elecciones presidenciales, podría haber una oportunidad para que se cuestionara la legitimidad del proceso, principalmente de aquellos actores que quieren imponer el status quo o soluciones más radicales a la crisis política que vive el país”, sostuvo Mella.
El domingo, además de las opciones “apruebo” o “rechazo” en la elección, se elegirá el órgano que redactaría la nueva constitución, en caso de ganar el apruebo, y la opciones son la «Convención Constitucional» (órgano elegido por completo solo para esta ocasión) o «Convención Mixta Constitucional» (órgano integrado en partes iguales entre parlamentarios en ejercicio y constituyentes electos para esta ocasión).
En ese punto, Mella consideró muy relevante el resultado, ya que si gana la Convención Mixta Constitucional “los argumentos, más bien, son de carácter económico pero no responden a la crisis de legitimidad que vive la democracia chilena y particularmente su clase política”.
Esa opción, el triunfo del la Convención Mixta Constitucional, “podría aumentar las críticas y el cuestionamiento de la legitimidad del proceso cuando el 50% de los constituyentes podrían estar integrados por parlamentarios en ejercicio, que hoy día son objeto de fuertes críticas y que generan tremendo malestar por su desempeño en amplios sectores de la sociedad chilena”.
Según el politólogo de la Universidad de Chile, “la diferencia del apruebo sería incluso un poco mayor a del 70-30”, ya que lo que sabemos es que por los sondeos “va a votar más gente joven que adultos mayores” y en estos últimos se concentra más la opción rechazo.
En cambio, se prevé que “el resultado en relación a las dos opciones, Convención Constituyente y Convención Mixta, sea más estrecho que en el caso de la votación del apruebo o el rechazo. Fundamentalmente, porque las dos alternativas tienen argumentos a favor y en contra, que yo diría que han sido internalizados por la opinión pública sin una preferencia marcada”, sostiene Mella.
Para el politólogo la Convención Constitucional “parece ser el órgano que resuelve de mejor manera el problema de la legitimidad, entendiendo que los partidos y la clase política chilena tienen un alto nivel de rechazo en la opinión pública”.
Respecto de los hechos de violencia del último domingo, cuando se conmemoró el primer aniversario del estallido social e iglesias incendidas, Mella dijo que lo más probable es que esos episodios «no tendrán gran incidencia en los resultados del plebiscito”, para el que los sondeos anticipan un diferencia en favor del apruebo de un 70%.