La oposición convocó a una sesión para tratar la boleta única y tiene mayoría

Fue una gestión de Monzó. El pedido de sesión lo firmaron los federales y los partidos provinciales aliados del Gobierno, que por ahora no tiene opinión.
A partir de una gestión de Emilio Monzó, la oposición se unió en la Cámara de Diputados para convocar a una sesión el jueves 5 de mayo que trate los proyectos sobre la implementación boleta única, en reemplazo del sistema electoral tradicional.
El pedido de la sesión lo firmaron diputados de Juntos por el Cambio, del interbloque federal (firmó Florencio Randazzo y Mónica Fein), el liberal José Luis Espert y los dos diputados del bloque de Juntos somos Río Negro (Agustín Domingo y Luis Di Giácomo), habituales aliados del Gobierno y que como había adelantado LPO estaban dispuestos a acompañar en este tema y facilitar la sanción.
Monzó se encargó de juntar las firmas y con las que consiguió puede garantizar los 129 votos necesarios para el quórum. El oficialismo, que aún no se pronunció, debería tener una estrategia para evitar que la ley se apruebe y viaje al Senado, donde de repetirse el respaldo de las mismas fuerzas políticas habría una mayoría para la sanción definitiva.
No podrá ocurrir en la sesión, porque aún cuando haya quórum para sesionar, al no tener dictámenes son necesarios dos tercios para aprobar cualquiera de los ocho proyectos incluidos en le temario. Pero una mayoría simple sí podría emplazar a las comisiones para reunirse y de esa manera se impondrá tarde o temprano.
La boleta única consiste en una papeleta con todas las fuerzas que compiten por cada una de sus categorías (senadores, diputados, etc.), para que el elector marque con una cruz a sus preferidos. Sustituye a la boleta por por partido político, que obliga a sus fiscales a sostener la oferta en el cuarto oscuro.
La negociación por cada bloque la hizo Emilio Monzó y logró garantizar una mayoría. Pero como no hay dictamen no se aprobará ninguna ley. Debería intervenir la Comisión de Asuntos Constitucionales, que aún no se creó.
Se utiliza en Córdoba, mientras que en Santa Fe se implementa una boleta única por cada categoría a elegir, con urnas separadas. En la Ciudad de Buenos Aires y en Salta existe la boleta única electrónica, que es similar pero permite al elector imprimir sus elegidos, pero tiene más resistencia por las sospechas que hay sobre el escrutinio informático.
La boleta única papel tiene consenso pleno en la oposición, con los números para ser ley, sobre todo por el respaldo de los rionegrinos, que tienen dos diputados y al senador Alberto Weretilneck, habitual garantía del quórum para el Frente de Todos. Si se mudara a la oposición, los ayudaría a ganar su primera votación en mucho tiempo.
Pero antes sería necesaria una aprobación en Diputados que el oficialismo traba por vía administrativa. De hecho, no tiene conformada la comisión de Asuntos Constitucionales, por donde debería pasar un proyecto que modifique el sistema electoral. La oposición se lo pedirá en la sesión especial, si no existe una negociación previa que la impida. Por ahora, no existe. (LPO)