El sargento detenido por el faltante de municiones intentó suicidarse con una bomba de trotyl
Tuvo que intervenir la Policía neuquina y la Federal con sus expertos en explosivos. Surgen detalles del robo hormiga por el cual está detenido y bajo investigación.
LMN logró acceder a los detalles del robo hormiga de más de 30 mil municiones de FAL que descubrieron en el Batallón de Brigada de Montaña VI y que investiga la Justicia Federal Neuquén a pedido del propio Ejército Argentino.
El involucrado, un sargento a cargo del arsenal, intentó quitarse la vida amenazando con volar el auto en el que estaba en la sede militar en cuyo interior había una bomba con trotyl. Ahora, está detenido en las instalaciones militares de Neuquén a la vera de la Ruta 22.
Todo comenzó con una investigación que fue notificada por la Secretaría General del Ejército Departamento Comunicación Institucional, «el día (viernes) 23 de octubre, en las instalaciones del Batallón de Ingenieros de Montaña 6 -ubicado en la ciudad de Neuquén se inició una actuación de justicia militar con motivo de registrarse un presunto faltante de munición».
La Justicia Federal administró de inmediato los medios para que se avanzara con la investigación, que incluyó cuestiones administrativas, documentológicas e informáticas, entre otras.
El detenido, es un sargento del batallón que estaba a cargo del arsenal donde se guarda el armamento y las municiones.
«Es un pequeño polvorín del cual por cuestiones de seguridad y urbanidad no se puede tener un gran stock de material. El resto del material bélico se acopiaba en un polvorín mayor en Covunco», reveló la fuente a este medio.
Al sargento lo mandaba con determinada frecuencia a retirar material de Covunco, pero todo el stock que hay en ambas bases militares está documentado, por lo que es bastante sencillo para los jefes verificarlo.
«Fue un robo tipo hormiga, donde el sargento, en las comisiones que le encomendaban, fue retirando las municiones que «seguramente las ha comercializado para caza principalmente y andá a saber para qué más o en qué andaba metido», reveló la fuente a LMN.
Tras regresar de una comisión, el sargento, el jueves pasado fue a ver a sus superiores al Batallón que le revelaron que estaban al tanto de la maniobra que venía realizando.
El sargento tras ensayar una explicación, se descompensó, supuestamente por un problema de hipertensión. Así fue que lo trasladaron a una clínica del centro neuquino donde permaneció en observación hasta el viernes a la mañana y posteriormente le dieron el alta.
El militar acudió al Batallón y cuando llegó a bordo de su auto, abrumado por la circunstancias, observó que venían sus compañeros con ordenes claras de detenerlo y ahí se desató una odisea.
El sargento bajó la ventanilla del auto, trató de dar algún tipo de explicación, pero ante el avance de los militares les advirtió que no se acercaran porque tenía una bomba de trotyl en el vehículo y estaba dispuesto a todos.
Para trata de evitar un desastre, el jefe del Batallón solicitó apoyo a la Policía neuquina y la Policía Federal. Ambos fuerzas llegaron en cuestión de minutos con especialistas en explosivos.
«Una vez que se logró convencerlo y bajarlo del auto, se hizo la revisión del vehículo y se encontró que tenía, una bomba armada con trotyl suficiente para hacer una macana importante», reveló una fuente.
El sargento se encuentra detenido en la sede del Batallón de Ingenieros de Montaña 6 a la espera de se citado por el juez federal de Neuquén a declarar y ya le iniciaron las instancias administrativas del caso.
No se cree que parte de las 30 mil municiones de FAL puedan llegar a ser recuperada. (LMCipo)