Consumir miel todos los días es una buena idea
Es uno de los alimentos más puros, naturales y con más beneficios.
Involucra abejas, flores, néctar; sobrevive desde los orígenes del hombre y, además, hace bien. Su comercialización supone la prohibición de cualquier aditivo o sustancia química ya que no necesita conservantes. ¿Qué más hay que saber para consumir miel natural? Fabricio Raticelli, técnico Apícola y Director del Área Apícola del Municipio de Maciá (Entre Ríos), enumera cinco razones para sumar miel natural a la mesa, menúes y hasta para algunos antojos.
1-Regula el azúcar en sangre
Parece extraño, pero así es. El secreto está en la balanza de fructosa y glucosa. Cuando se consume miel, la porción de fructosa permite que la glucosa sea captada por el hígado para formar glucógeno que pasa a estar disponible para el cerebro, el corazón, los riñones y las células rojas de la sangre. Esto mejora el funcionamiento de los órganos y tejidos esenciales, eliminando la glucosa de la circulación y, por lo tanto, reduciendo el azúcar en sangre.
2- Reduce el estrés metabólico
El estrés emocional, psicológico o fisiológico se traduce en el cuerpo como estrés metabólico. Ocurre cuando el cerebro piensa que está en peligro de quedarse sin combustible: al ejercitarse o durante el sueño nocturno, por ejemplo. La miel natural produce glucógeno en el hígado: reserva de energía que necesita el cerebro para su normal funcionamiento. Tendremos reservas suficientes de glucógeno si consumimos miel natural en el desayuno, antes de acostarnos y a intervalos regulares durante todo el día (especialmente antes y después de hacer ejercicio).
3-La recuperación del sueño
El azúcar que contiene la miel produce una ligera secreción de insulina, lo que permite la secreción de melatonina, una hormona vital para la regulación diaria del sueño y vigilia. Es recomendable consumir leche caliente con una cucharada de miel antes de ir a dormir. La melatonina regula los ritmos cardíacos, ayuda a mejorar la inmunidad y facilita la reconstrucción de los tejidos en la noche.
4-Combate el estreñimiento
La miel tiene un elevado contenido en fructooligosacáridos (FOS), que, aunque tienen una función principalmente energética, al llegar al colon se comportan de una forma similar a la fibra vegetal: captan el agua aumentando el volumen de las heces y originan gases que incrementan el peristaltismo o movilidad intestinal. Por esto ejercen un efecto laxante suave. Además, es el alimento preferido de las bacterias beneficiosas que habitan en el colon (nuestra flora intestinal) responsable de la fermentación y putrefacción de los residuos alimenticios que darán lugar a las heces.
5-Mejora la función cerebral
Para que el cerebro funcione correctamente hay que suministrarle energía. La función del calcio en el cerebro es importantísima ya que las neuronas lo utilizan para originar la señal eléctrica que se conduce de una neurona a otra para comunicar los mensajes. Si no hay suficiente calcio, el cerebro no funciona correctamente. Hay información científica que demuestra que la miel ayuda a absorber y fijar el calcio en el cuerpo, favoreciendo una correcta función cerebral.
Se siguen realizando investigaciones científicas ya que hay beneficios que aún debe ser corroborados. Es uno de los alimentos más puros, naturales y con mayor cantidad de beneficios sobre nuestra salud.
Los bebés deben esperar un poco
La miel resulta buena aliada para determinadas etapas de la vida y del día. Pueden utilizarla personas que estén bajando de peso si controlan las cantidades. “La única excepción son los bebés: es aconsejable que la consuman a partir de los 18 meses de nacidos, ya que la composición de miel puede traer una toxina que los jugos gástricos de los niños no pueden disolver y podría causar botulismo”, dice la licenciada Bárabara Saldaña.